Como era una obviedad, la presentación ante la
ciudadanía del Frente Amplio UNEN produjo reformulaciones en los análisis con
vista a la elección nacional de octubre del próximo año, que van desde los lógicos
interrogantes que genera el nuevo espacio político, hasta las expresiones
degradantes y facistoides vertidas por el Jefe de Gabinete Capitanich en
relación a dicha coalición de partidos.
El gran desafío que deberán afrontar todas las
agrupaciones que pretendan gobernar a partir de diciembre de 2015, incluído
obviamente el oficialismo, será presentar al electorado un programa
transformador concreto, consensuado y posible, muchas de cuyas propuestas
deberán ser presentadas, debatidas y aprobadas o rechazadas durante los
períodos legislativos 2014/2015. Todos los candidatos y principales figuras que
los acompañan ejercen cargos legislativos, por lo que no habrá mejor campaña
que evaluar proyectos presentados y como serán votados, antes que agobiar a la población con estériles promesas
y costosas campañas marketineras.
Los cinco potenciales precandidatos presidenciales de
UNEN se hicieron presentes en diversos medios de comunicación, y sin excepción
se los consultó sobre posibles semejanzas con la Alianza que gobernara en el
período 1999-2001. Inicialmente la pregunta es razonable y legítima, pero como
puede ser utilizada a futuro por creativos asesores de campaña como estrategia
de desprestigio, cabe clarificar el interrogante.
Una de las siete reglas básicas de la propaganda
política descriptas por Jean Marie Domenach en 1950, llamada “Regla de la
orquestación”, consistente en la repetición incesante de una pequeña cantidad
de ideas simples, para que sean recordadas por la masa. El Ministro de
Propaganda nazi Goebbels afirmaba irónicamente: “La Iglesia católica se
mantiene porque repite lo mismo desde hace dos mil años”. Para desactivar el
primer intento de confundir al votante con mensajes capciosos, destacaremos
tres aspectos, sustentados desde lo práctico.
1.- Los términos Alianza, Frente, Unión, Acuerdo y
Coalición, como categorización de acuerdos interpartidarios son sinónimos. Un
Frente es una Alianza y viceversa.
2.-Importantes integrantes del actual gobierno
justicialista tuvieron funciones relevantes en el gobierno de la Alianza:
Carlos Alvarez; Nilda Garré; Rafael Bielsa; Aníbal Ibarra; Ricardo Feletti;
Débora Giorgi; Daniel Filmus y Abel Fatala, entre muchos otros. Hagamos un alto
en Carlos “Chacho” Alvarez, uno de los principales responsables de la crisis
política del 2001 con su enigmática renuncia. Desde hace cuatro años fue
recompensado por el actual gobierno con un cargo en el exterior. En
contraposición, quien fuera tan importante como él en la conducción del Frente
Grande en ese entonces, Graciela Fernández Meijide, no ocupó cargos políticos desde
la caída de la Alianza. Si bien compartió responsabilidades, tuvo lo que muchos
no pueden exhibir: dignidad.
3.- El Frente (no Alianza) Para la Victoria, congregó
a diversas figuras que, además de los ex aliancistas mencionados, integraron o apoyaron
al Gobierno: Aldo Rico; Hugo Moyano; Gerardo Martínez; Hebe de Bonafini; Hugo
Curto; Mario Ishi; Amado Boudou; ; Estela de Carlotto; Luis D´Elía; César
Milani; Gildo Insfrán, Gerardo Zamora, Carlos Menem, entre otros. Esta
verdadera “pluralidad ideológica” aunada es tal, o resultado de prebendas,
cargos públicos y aportes monetarios del Estado?
Develar este último interrogante deberá ser tarea de
los Frentes, Alianzas, Coaliciones o Uniones que se presenten en las elecciones
del 2015, ya sean oficialistas u opositoras, porque es evidente que existieron numerosos
acuerdos “patrióticos” ruinosos para la ciudadanía, que ocultaron negocios y
oportunismo bajo el manto de la ideología.